martes, 18 de febrero de 2014

Cuentos escritos por mujeres

Mujer-libro de Salvador Dalí
La tradición literaria ha relegado la voz de la mujer a contados casos muy singulares dentro del género narrativo: el cuento ha sido cultivado , en ocasiones, por reconocidas autoras en todas la épocas de la Historia de la Literatura.Como resultado de la labor de estas escritoras y la magnífica recopilación por parte de alguna de las antologas más reconocidas del ambito de las letras nacen los siguientos libros que os propongo leer.El legado literario femenino es muy importante y no debemos dejar de acercarnos a su lectura con una visión del siglo XXI.

Los 20 cuentos agrupados en La Eva fantástica son un reflejo de la atracción que el tema de lo sobrenatural ha ejercido sobre las escritoras de todas las épocas. Desde Mary Shelley hasta Patricia Highsmith, estas autoras nos ofrecen una selecta muestra de la literatura de terror, misterio, aparecidos y demás seres fantásticos. Los relatos sorprenden por su gran calidad y por la variedad de temas. Entre los cuentos victorianos de fantasmas, el original El relato del oficial holandés, en el que la criatura fantasmal es un perro; el inquietante De mármol, tamaño natural, de Edith Nesbit, un cuento de corte romántico que nos seduce con el vigor de sus estatuas vivientes; o el encantador La gemela de la reina, en el que una imposible doble de la reina británica vive una vida paralela a ésta en una perdida región de la costa de Maine. De escritoras españolas, Hijo del alma, de Pardo Bazán, en el que una mujer, enloquecida por la muerte de su marido, afirma que engendró un hijo de éste después de morir; y el metafísico relato de Rosa Chacel Icada, Nevda, Diada, evocador ya desde su título. Entre las más conocidas, Isak Dinesen nos presenta una historia de hondo contenido psicológico. Por su parte, Leonora Carrington, en un cuento de delirante humor surrealista, narra cómo una chica es sustituida en un baile por una hiena. Y Muriel Spark consigue dar un vuelco al tradicional cuento de fantasmas con su Portobello Road, que gira alrededor del hallazgo de una aguja en un pajar. En suma, tradición y ruptura en unos relatos en los que lo sobrenatural se hace dueño y protagonista para remover lo cotidiano y sumergirnos en lo desconocido.

Madres e hijas: una realidad universal, una relación crucial, y sin embargo, un tema llamativamente ausente de la historia de la literatura. Para que adquiriese carta de ciudadanía, ha habido que esperar a que las mujeres escribieran y a que fueran configurando una tradición propia. Es significativo que una de las más tempranas obras debidas a una mujer sean las cartas de Madame de Sévigné (1626-1696) dirigidas a su hija. Pero es solo en el siglo XX -a medida que las mujeres escritoras van dejando de ser una rareza- cuando el dúo madre-hija comienza a tener una presencia literaria notable. Las primeras obras en darle protagonismo, como Sido de Colette o Una muerte muy dulce de Simone de Beauvoir, fundan un género -la evocación de la madre muerte- que luego se multiplicará, ramificándose, en obras como las de Annie Ernaux, W.A. Mitgutsch, Carla Cerari, Amy Tan, Isabel Allende o Susanna Tamaro hasta convertirse en un lugar común de la narrativa contemporánea, e inspirar a escritores varones que empiezan a su vez a escribir sobre sus padres. Aunque la literatura castellana parece peculiarmente reacia al análisis de sentimientos y, en general, a la esfera íntima ("Nuestra intimidad es esteparia", se lamentaba Gil de Biedma), la realción entre madres e hijas es un tema presente en la obra de muchas escritoras contemporáneas, como lo atestiguan los relatos -anteriormente publicados- de Rosa Chacel, Carmen Laforet, Carmen Martín Gaite y Ana María Matute que hemos seleccionado. A ellos se añaden otros de autoras más jóvenes, escritos expresamente para este libro y, por lo tanto, inéditos. La figura de la madre, de la hija, o la maternidad en sí, suscitan en cada uno de estos textos visiones muy dispares: declaración de amor, lucha a muerte, fantasía entre angelical y terrorífica, crítica radical a los valores de la sociedad en que vivimos, diferenciación entre madres y mamás, o análisis de sentimientos ambiguos en torno a una madre percibida como nudo gordiano en el que se entralazan infancia y madurez, agobio y orfandad, rivalidad y adoración... y cuya muerte parte en dos la vida de la hija.

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