En la segunda mitad del siglo XVII, el pintor holandés Johannes
Vermeer inmortalizó en una tela a una bella muchacha adornada con un
turbante y un pendiente de perla. Sus labios parecen esbozar una sonrisa
sensual, pero sus ojos irradian la tristeza más profunda. La joven de
la perla es la historia de una fascinación, de cómo surge un sentimiento
que se mueve entre la admiración y el amor. La luz en los ojos de
Griet, la sirvienta convertida en musa, encierra el misterio más
profundo en el proceso de creación de una obra de arte. Tracy Chevalier
evoca la vida cotidiana en el siglo XVII holandés en esta hermosa novela
sobre el despertar a la vida y al arte.
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