Granada es una de esas ciudades que te embrujan desde el primer momento en que llegas y paseas por sus calles. Respira magia y embriaga su aroma cautivador por donde detengas tu mirada olfativa de buen viajero. Poética como ninguna ciudad española lleva en su interior un libro abierto lleno de fascinantes historias. Granada es reconocida mundialmente por su importancia en la Literatura
Universal gracias a su trayectoria poética y literaria, convirtiéndose
en la única cuidad de habla hispana que ha obtenido por la UNESCO el prestigioso reconocimiento de "Ciudad de la Literatura". Son varios los paseos que uno puede realizar por esta hermosa ciudad y dejarse llevar por la literatura que ha dado y ha inspirado a lo largo del tiempo. Una topografía literaria que nos hace soñar y disfrutar con la lectura. Veamos algunos de los itinerarios más interesantes que podemos realizar en la mágica ciudad nazarí:
El Albaicín
es un paseo que se inicia en el mirador de San Cristóbal y finaliza en
el mirador de San Nicolás, recorriendo diversos espacios de este barrio
granadino declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994. Lugares como las
plazas de San Bartolomé y San Gregorio Alto, el carmen de la Cruz
Blanca y la casa de los Mascarones, entre otros, se ilustran con la
lectura de textos de escritores como Federico García Lorca, Francisco
Ayala o Rafael Guillén.
La Carrera del Darro
es un itinerario que, partiendo de la plaza Nueva y finalizando en el
carmen de la Victoria, recorre uno de los espacios urbanos granadinos
más conocidos. Lugares como la plaza de Santa Ana, el puente del Cadí,
el museo Arqueológico o el paseo de los Tristes, entre otros, son
ilustrados con la lectura de textos de autores como Manuel Benítez
Carrasco, Antonio Gala o Ángel Ganivet.
Ruta de Luis García Montero: Comienza en el paseo de la Bomba, donde se sitúa la casa familiar, y
finaliza en el café-bar La Tertulia, punto de encuentro de nuestro poeta
con intelectuales de la cultura granadina de su época. El recorrido
pretende darnos a conocer los lugares granadinos más significativos de
Luis García Montero relacionándolos con su obra literaria: su casa
natal, el colegio de los Padres Escolapios, la Plaza Bibrambla, lugar de
juegos y escapadas infantiles, etc.
El Realejo
hace su recorrido por este antiguo barrio judío mandado destruir por el
Rey Fernando el Católico y donde se asentaron algunas principales
familias castellanas. Se visitarán lugares como la placeta de la Puerta
del Sol, la casa de los Tiros, plaza de Santo Domingo y campo del
Príncipe, entre otros. Todos estos emplazamientos serán ilustrados con
la lectura de escritores como Federico García Lorca, Felipe Romero, o
fray Luis de Granada.
Ruta Francisco Ayala: Se inicia en la plaza de Gran Capitán y finaliza en el palacete del
Alcázar Genil, sede de la Fundación Francisco Ayala. El recorrido nos
permitirá conocer lugares con los que el escritor, durante los años en
que vivió en Granada hasta su marcha a Madrid a los 16 años, mantuvo una
especial relación: la calle San Agustín, el colegio de Niñas Nobles o
el desaparecido barrio de la Manigua.
Os invito a que visitéis la siguiente página web para completar las rutas literarias que esta maravillosa ciudad nos ofrece: Secretos de Granada: visitas guiadas, rutas literarias y eventos culturales
Unas palabras literarias sobre Granada:
Granada es el Damasco de al-Andalus, pasto de los ojos,
elevación de las almas. Tiene una alcazaba inexpugnable, de altos
muros y edificios espléndidos. Se distingue por la peculiaridad de su
río, que se reparte por sus casas, baños, zocos, molinos exteriores e
interiores y jardines. Dios la ha adornado colocándola en lo alto de su
extensa vega, donde los lingotes de plata de los arroyos se ramifican
entre la esmeralda de los árboles. El céfiro de su Nayd y el bello
panorama de su Hawr encantan ojos y corazones, sutilizando las almas.
Todo en ella es nuevo y peregrino. No le faltan ilustres personajes,
grandes sabios y eminentes poetas. Al-Saqundi
Granada es apta para el sueño y el ensueño, por todas
partes limita con lo inefable… Granada será siempre más plástica que
filosófica, más lírica que dramática. Federico García Lorca
Con qué pereza se va el sol de Granada, se esconde bajo el agua, se esconde en la Alhambra. Ernest Hemingway
Estoy pisando una tierra encantada y me encuentro rodeado
de románticos recuerdos. Desde que en mi lejana infancia, a orillas del
Hudson, recorrí por primera vez las páginas de la vieja y caballeresca
historia apócrifa de Ginés Pérez de Hita sobre las guerras civiles de
Granada y las luchas de sus valientes caballeros Zegríes y Abencerrajes,
fue siempre esta ciudad objeto que despertó mis sueños; mi fantasía
recorrió con frecuencia las románticas estancias de la Alhambra. Y he
aquí, por vez primera, realizado un sueño; sin embargo, no doy crédito a
mis sentidos y hasta dudo que habite el palacio de Boabdil o que
contemple la hermosa Granada desde sus balcones. Washington Irving
Granada, al igual que Roma, ha sido para mí una de las
ciudades más interesantes del mundo; un lugar donde creí poder echar
raíces y, sin embargo, en ambas ciudades me sumí en un estado de ánimo
de esos que los afortunados menos sensibles llamarían morboso. Hans Christian Andersen
Todo es posible en Granada. En Granada puedes verlo todo, lo ideal y lo irreal. Luis Varela
MALETA LITERARIA
La protagonista borda una bandera liberal para don Pedro de Sotomayor, su enamorado y cabecilla del movimiento revolucionario. Don Pedro se reúne con otros conspiradores en casa de Mariana, pero la llegada de Pedrosa, autoridad gubernamental, los obliga a escapar. Pedrosa, que conoce la conspiración intenta que Mariana acceda a sus requerimientos amorosos a cambio de desconocer su implicación. Ella no cede y es apresada, la condenan a muerte y queda recluida en un convento. Pedro intenta convencerla para que ceda. Mariana es ejecutada. Granada como escenario poético de la lucha por la libertad individual y colectiva en un momento clave de la historia. Imprescindible leer todo Lorca.
En los papeles carmesíes que empleó la Cancillería de la Alhambra, Boabdil —el último sultán— da testimonio de su vida a la vez que la goza o la sufre. La luminosidad de sus recuerdos infantiles se oscurecerá pronto, al desplomársele sobre los hombros la responsabilidad de un reino desahuciado. Su formación de príncipe refinado y culto no le servirá para las tareas de gobierno; su actitud lírica la aniquilará fatídicamente una épica llamada a la derrota. Desde las rencillas de sus padres al afecto profundo de Moraima o Farax; desde la pasión por Jalib a la ambigua ternura por Amín y Amina; desde el abandono de los amigos de su niñez a la desconfianza en sus asesores políticos; desde la veneración por su tío el Zagal o Gonzalo Fernández de Córdoba al aborrecimiento de los Reyes Católicos, una larga galería de personajes dibuja el escenario en que se mueve a tientas Boabdil. Esta novela obtuvo el Premio Planeta 1990.
Antología coordinada por José Martín de Vayas y prologada por Juan Mata en la que se ha intentado plasmar el panorama poético de Granada durante los quince años que llevamos de siglo XXI, para ofrecer un amplio abanico de creaciones poéticas nacidas en una misma ciudad a lo largo de tan solo quince años, incluyendo a los nacidos o residentes en la misma, pero también a autores que han mantenido una especial relación con Granada durante algún tiempo. Para este libro ciento cincuenta poetas han colaborado generosamente, en muchos casos con poemas inéditos o escritos expresamente para la ocasión. Granada en estado puro con bellos poemas que nos dibujan un fresco panorama literario actual de esta poética ciudad andaluza.
Cuenta, en primera persona, la vida de Alonso de Granada Lomellino, segundo hijo de un rico mercader afincado en Granada en la segunda mitad del siglo XVI, procedente de Italia. La acción, llena de intrigas palaciegas y referencias históricas, se desarrolla en el contexto de una sociedad dominada por el progresivo empobrecimiento cultural y la represión religiosa de los moriscos, en una deriva inevitable hacia la intolerancia. Una fascinante novela histórica que nos lleva a descubrir la ciudad de Granada durante una época realmente impresionante.
Tras su llegada a España Washington Irving inicia un recorrido por tierras andaluzas. Durante su visita a Granada queda extasiado por la majestuosidad de la Alhambra en cuyas habitaciones tiene la fortuna de alojarse. Allí conoce a varios personajes que le acompañarán durante su estancia en tierras granadinas. De las conver saciones con éstos y de las historias que escucha a su fiel criado y guía Mateo Jiménez transcribirá leyendas y tradiciones transmitidas de padres a hijos durante generaciones. De esta forma con sus Cuentos de la Alhambra Washington Irving escribió una rica y detallada crónica de la España de la primera mitad del siglo XIX y sobre todo supo transmitir la magia y el misterio de toda una época.
La significación de la Alhambra de Granada rebasa su categoría de monumento histórico para erigirse como referencia universal de la cultura andalusí, fuente de inspiración constante para generaciones de escritores y artistas que han recreado la belleza y la singularidad de una de las joyas arquitectónicas mejor conocidas y más celebradas de España. Esta antología reúne una nutrida colección de poemas escritos por autores españoles o hispanoamericanos con el conjunto monumental de fondo, desde los romances fronterizos de la Reconquista hasta los poetas actuales, a lo largo de más de cinco siglos de fascinación que han dejado una profunda huella en nuestras letras. Garcilaso, San Juan de la Cruz, Lope de Vega, Góngora, Zorrilla, Rubén Darío, Unamuno, Villaespesa, Juan Ramón Jiménez, Lorca, Borges, Álvaro Mutis, Antonio Carvajal o Javier Egea son sólo algunos de los nombres recogidos en la selección, que se acompaña de un oportuno apéndice con información sobre los autores y las circunstancias de composición de los poemas.
GRANADA
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Una vestida de verde,
otra de malva, y la otra,
un corselete escocés
con cintas hasta la cola.
Las que van delante, garzas
la que va detrás, paloma,
abren por las alamedas
muselinas misteriosas.
¡Ay, qué oscura está la Alhambra!
¿Adónde irán las manolas
mientras sufren en la umbría
el surtidor y la rosa?
¿Qué galanes las esperan?
¿Bajo qué mirto reposan?
¿Qué manos roban perfumes
a sus dos flores redondas?
Nadie va con ellas, nadie;
dos garzas y una paloma.
Pero en el mundo hay galanes
que se tapan con las hojas.
La catedral ha dejado
bronces que la brisa toma;
El Genil duerme a sus bueyes
y el Dauro a sus mariposas.
La noche viene cargada
con sus colinas de sombra;
una enseña los zapatos
entre volantes de blonda;
la mayor abre sus ojos
y la menor los entorna.
¿Quién serán aquellas tres
de alto pecho y larga cola?
¿Por qué agitan los pañuelos?
¿Adónde irán a estas horas?
Granada, calle de Elvira,
donde viven las manolas,
las que se van a la Alhambra,
las tres y las cuatro solas.
Federico García Lorca (1898-1936)