El paraíso en la otra esquina es una obra de Mario
Varga Llosa que nos plantea dos vidas, la de Flora Tristán que
impulsada por un sentimiento de solidaridad y superación se involucra en
una lucha que tiene como objetivo el rescate de los derechos de la
mujer y los obreros. La otra historia pertenece a Paul Gauguin, un
artista que descubre en la pintura un mundo alejado de reglas y
convenciones. De esta manera cada uno de ellos crea una visión distinta
de la felicidad, para Flora ésta se encuentra en el seno de una sociedad
perfecta en la que no exista división de clases y por lo tanto
desigualdad, en cambio para el pintor la prosperidad se halla en la vida
primitiva pues es allí donde el hombre se encuentra a sí mismo. Se
trata de dos anécdotas aparentemente diferentes, pero unidas por una
utopía, el paraíso.