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lunes, 2 de junio de 2014

Viaje literario por Estambul


Capital de tres imperios, ciudad de tres nombres a cual más glorioso, Estambul, antes Bizancio, antes Constantinopla,es una ciudad fascinante.No existe un lugar más mágico y voluptuoso como la esta urbe cosmopolita, llena de sonidos,colores y olores que despiertan los sentidos con tanto encanto. Todo aquel que visita Estambul queda prendado de sus encantos: su antiquísima historia, su arquitectura, sus contrastes, y en especial, sus puestas de sol sobre el Bósforo o el Cuerno de Oro, que dibujan un sky-line alucinante, con estilizados minaretes y cúpulas y un cielo multicolor adornado por los vapores de los barcos y las bulliciosas gaviotas que aprovechan las últimas luces del día.


El Museo de la Caligrafía es el primer y único museo de caligrafía en Turquía. Inaugurado en la madraza del sultán Selim en 1968, fue trasladado en 1984 a la restaurada Madraza Bayaceto.Dentro de la colección del museo encontrarás el Corán escrito en muhakkak, nesih y kufi. También hay manuscritos escritos en caracteres indios y marroquíes, así como folios con las firmas de los sultanes.

Pierre Loti Café es un café que se encuentra en Estambul, y que gracias a su excelente localización sobre una colina en el cementerio de Eyüp, nos permitirá disfrutar de unas impresionantes vistas de la ciudad.
El nombre del local es debido a Pierre Loti, el sobrenombre empleado por Julien Viaud, un novelista de origen francés que acudía frecuentemente a este café para inspirarse y escribir sus obras, al igual que hoy en día acuden miles de viajeros y artistas a inspirarse con sus creaciones.


 Escondido entre las callejuelas del distrito de Beyoğlu, existe un edificio de pintoresca fachada cuyo interior rinde homenaje a la novela “El Museo de la Inocencia” del escritor turco Orhan Pamuk y que con el tiempo se ha convertido en uno de los museos mas singulares de la ciudad de Estambul.

MALETA LITERARIA
Además de los libros de Pamuk, existen múltiples obras literarias que permiten empaparse de los matices del gran bazar y alrededores. En lo concerniente a autores turcos, cabe destacar El puente del cuerno de oro, de Emine Sevgi Özdamar. Ambientada a finales de los 60, relata el viaje de una soñadora joven al Berlín del 68 y su posterior regreso a la ciudad turca. Para los amantes de la novela negra, una rareza: El beso asesino, de M. M. Somer. El protagonista es un informático de prestigio de día y mujer seductora de noche. Obviamente, hay un misterio que desentrañar.
 Estambul ha sido siempre un paraje propicio para el suspense y el espionaje. En lo que respecta a esos géneros, hay tres novelas clásicas que no deben faltar en la mochila: La máscara de Dimitrios, de Eric Ambler; El tren de Estambul, de Graham Greene, y Asesinato en el Orient Express, de Agatha Christie.
 Estas obras son un gran compañero de viaje para los que vayan a pasear por la plaza Taksim, cruzar el puente de Ataturk o visitar Santa Sofía.

Se trata de un sabroso libro de viajes, amores, filias, rencores y memorias del escritor turco Orhan Pamuk. Escrito antes de que se le concediera el premio Nobel de Literatura, la ciudad se transforma en un dibujo que no sitúa al lector en mero consultante de guías turísticas.
La Estambul trazada por Pamuk ofrece una ciudad observada por un habitante permanente. Quizá la cita que inicia el libro será la llave para abrir cualquiera de los treinta y siete capítulos: “La belleza del paisaje está en su amargura”, pertenece a Ahmet Rasim.
Pamuk recrea una ciudad a partir de su elección personal y de fotografías. Es una biografía bien nutrida con la historia y la literatura. Sus capítulos son una limpia clave para comprender la edificación de la memoria: familia, amigos, vida cotidiana, arte y los paisajes que escapan al visitante oportuno.

 La princesa Selma, exiliada en Turquía cuando todavía era una niña, emprendió un camino de sorpresas e inquietudes que la llevó del Líbano a la India y concluyó con su llegada a Francia al comienzo de la segunda guerra mundial. Fue una vida fugaz, dramática, tan extraordinaria como fascinante. En París, la princesa dio a luz a una niña que sería su fruto más valioso: la autora de este libro. De parte de la princesa muerta es una novela histórica, narrada de una manera viva y realista, que refleja con gran interés y maestría los ambientes y las idiosincrasias de la corte otomana, del pueblo libanés y de la India de los rajás, llena de grandeza y de miseria a la vez. Al mismo tiempo, describe de forma minuciosa la rica personalidad de una mujer que vive los acontecimientos con una profunda sensibilidad, capaz de superar todos los fanatismos. 
 La tragedia que separó a turcos y armenios a través de la historia de una familia donde las mujeres dictan su propia ley. Más que una ciudad, Istambul parece un gran barco de ruta incierta, cargado de pasajeros de distintas nacionalidades, colores y religiones. Esa es por lo menos la imagen que acompaña a Armanoush a lo largo de su primera visita a la ciudad. Cabalgando entre lo histórico y lo doméstico, Elif Shafak consigue contar uno de los episodios más turbios de la historia de occidente: el genocidio armenio por parte de los turcos, un tabú que pocos autores se han atrevido a abordar, pues quien lo ha hecho a menudo ha tenido que pagar las consecuencias de su atrevimiento.


  



 Una chica turca va a Berlín, a mediados de los sesenta, para trabajar como obrera en una fábrica de lámparas de radio. Quiere ver mundo, conocer Europa. Pero allí se da cuenta de que también en una democracia europea se puede ser explotada.
En el Berlín agitado del legendario 68, descubre otras muchas cosas, que su amor por el teatro es ilimitado, que la virginidad es un estorbo para su carrera artística, que hay causas (la guerra de Vietnam, el Sha, los tanques soviéticos en Praga) por las que vale la pena luchar, y que, en una fugaz visita a París, ha conocido a un muchacho catalán que le ha enseñado a querer a Lorca y del que se ha enamorado por primera vez.
Cuando vuelve a Estambul nada ha cambiado, al menos en apariencia. Estudia en una academia de arte dramático y consigue al fin lo que quería: ser actriz. Pero el régimen turco está dejando de ser simplemente pro americano para convertirse en totalitario. El socialismo no es ya, como en Berlín, algo con lo que se puede coquetear, sino una profesión de fe que puede llevar a la prisión, la tortura o la muerte.
Imperturbable, el Puente del Cuerno de Oro une hoy la parte europea y la oriental de la ciudad. En la época en que se desarrolla esta historia eran los transbordadores los que llevaban a la gente entre dos mundos, dos Turquías.

 Estambul, pleno invierno. Poirot decide tomar el Orient Express que en esta época suele hacer su recorrido prácticamente vacío. Pero aquel día, el tren va lleno y sólo gracias a una buena amiga consigue una litera en el coche-cama. A la mañana siguiente se despierta, descubre que una tormenta de nieve ha obligado a detener el tren y que un americano, llamado Ratcher, ha sido apuñalado salvajemente. Aparentemente nadie ha entrado ni ha salido del coche-cama. El asesino, sin duda, es alguno de los ocupantes entre los que se encuentra una altiva princesa rusa y una institutriz inglesa.







Un vídeo sobre Estambul:

3 comentarios:

  1. Hace bastante tiempo leí el libro de Mourad y el de Christie.
    Así que apunto a Pamuk.
    Un abrazo

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  2. Excelente tu blog felicitaciones!!!. Y esta entrada está buenísima.
    Abrazos

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  3. Es cierto, tuve la oportunidad de estar en Estambul, me parecio hermosa esa Ciudad, Europa Asia, dividida por el Bósforo, increible Ciudad,,,, en especial el libro de Pamuk un poema, te hace recordar, tantas cosas, ese atardecer Santa Sofia, los minaretes y el color del cielo, los guardo como un inolvidable recuerdo, felicidades por tu Blog

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