En el centro del Paraíso había dos
árboles: el árbol de la vida y el árbol de la ciencia del bien y del
mal. El árbol de la vida era inmenso, frondoso y daba la inmortalidad.
Del árbol de la ciencia no se dice como era, pero sobre él pesaba el
aviso de Dios: si se comía de su fruto, nuestros primeros padres
morirían de muerte. Andrés Hurtado, alter ego de Pío Baroja
(1872-1956), pensaba que el consejo de Dios no era muy distinto al del
accionista de un banco: comed del árbol de la vida, sed bestias, sed
cerdos, sed egoístas, revolcaos por el suelo alegremente; pero no comáis
del árbol de la ciencia, porque ese fruto agrio os dará una tendencia a
mejorar que os destruirá. En estas pocas palabras puede resumirse un
libro inmenso, El árbol de la ciencia (1911), primera novela existencialista de la
historia, escrita sobre la base de un pesimismo extremo acerca de las
posibilidades del conocimiento del ser humano.
Documentos interesantes para descargar y ver :
- Texto en formato digital: El árbol de la ciencia
- Guía de lectura completa: El árbol de la ciencia. Pio Baroja
- Reportaje de RTVE : Creadores del siglo XX-El mundo de los Baroja
- Comentario de texto resuelto: El padre de Hurtado creía...
- Un vídeo sencillo sobre la Generación del 98:
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