Una mujer desorientada en una Venezuela violenta y en crisis profunda encuentra por azar en la identidad de otra mujer el recurso adecuado para escapar del horror de la realidad de su país e inicia un proceso de identificación en una nueva mujer ,"la hija de la española". Se trata de una novela dramática de lazos sentimentales y culturales entre mujeres abocadas a la lucha por encontrar un lugar propio en una realidad hostil que acecha continuamente en el mapa escindido de una Latinoamérica herida.
Así empieza esta obra literaria:
Enterramos a mi madre con sus cosas: el vestido azul, los zapatos negros sin cuñas y las gafas multifocales. No podíamos despedirnos de otra manera. No podíamos borrar de su gesto aquellas prendas. Habría sido como devolverla incompleta a la tierra. Lo sepultamos todo, porque después de su muerte ya no nos quedaba nada. Ni siquiera nos teníamos la una a la otra. Aquel día caímos abatidas por el cansancio. Ella en su caja de madera; yo en la silla sin reposabrazos de una capilla ruinosa, la única disponible de las cinco o seis que busqué para hacer el velatorio y que pude contratar solo por tres horas. Más que funerarias, la ciudad tenía hornos. La gente entraba y salía de ellas como los panes que escaseaban en los anaqueles y llovían duros sobre nuestra memoria con el recuerdo del hambre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario